Hace como una semana que mi cuerpo está bajo mínimos, con dificultad para mantener la concentración, y tremendamente cansado. Vamos, pidiendome a gritos unas vacaciones.
Y ahora que, por fin, hace muy pocas horas, empiezo las vacaciones... Me pongo enfermo y no puedo disfrutarlas!
Dolor en la mandíbula, en la cabeza, garganta inflamada, ardor de estómago, fiebre y cansancio general. Gregory, por favor, un diagnóstico diferencial, que mientras tanto, como no puedo dormir, estoy actualizando el blog...
Un blog con vocación más de archivo personal que público... aunque todo el público sea bienvenido
jueves, 31 de julio de 2008
miércoles, 30 de julio de 2008
Adios, Diego
Hemos sido amigos durante muchos años. De hecho, muchas veces has declarado que estabas orgulloso de ser mi amigo, y nos has contado cómo lo contabas a muchos conocidos.
De la noche a la mañana, parece que no estás orgulloso. Sigues diciendo que lo estás, y cuando coincidimos sigues hablando de lo que cuentas a los conocidos. Pero algo ha cambiado: has desaparecido.
Antes al menos llamabas para pedir algo, cuando te hacía falta. Ahora no. Se han acabado los mensajes, las llamadas (que nunca fueron demasiadas, pero bueno). Lo que es más, ni siquiera contestas a mis mensajes o mis llamadas.
Cuando coincidimos "no pasa nada", "no tengo que dar explicaciones". Yo creo que es mentira, una de tantas. Que la verdad es más parecida al famoso "ya tenáis que saber lo que pasa" que en su momento dijiste a alguien.
En noviembre dijiste por tu cumpleaños que ibas a llamar. 8 meses y sigo esperando. Y me he aburrido de esperar. La próxima vez que coincidamos, no voy ni a molestarme en disimular, en que parezca que me creo que no pasa nada.
Como le dije ayer a alguien en una situación parecida, no estoy decepcionado, porque para eso tendría que haber habido alguna expectativa que no se ha cumplido. Y no, hace tiempo que no hay ninguna expectativa. Simplemente estoy dolido.
De la noche a la mañana, parece que no estás orgulloso. Sigues diciendo que lo estás, y cuando coincidimos sigues hablando de lo que cuentas a los conocidos. Pero algo ha cambiado: has desaparecido.
Antes al menos llamabas para pedir algo, cuando te hacía falta. Ahora no. Se han acabado los mensajes, las llamadas (que nunca fueron demasiadas, pero bueno). Lo que es más, ni siquiera contestas a mis mensajes o mis llamadas.
Cuando coincidimos "no pasa nada", "no tengo que dar explicaciones". Yo creo que es mentira, una de tantas. Que la verdad es más parecida al famoso "ya tenáis que saber lo que pasa" que en su momento dijiste a alguien.
En noviembre dijiste por tu cumpleaños que ibas a llamar. 8 meses y sigo esperando. Y me he aburrido de esperar. La próxima vez que coincidamos, no voy ni a molestarme en disimular, en que parezca que me creo que no pasa nada.
Como le dije ayer a alguien en una situación parecida, no estoy decepcionado, porque para eso tendría que haber habido alguna expectativa que no se ha cumplido. Y no, hace tiempo que no hay ninguna expectativa. Simplemente estoy dolido.
martes, 29 de julio de 2008
Fiestas de Dublin: hombres de poca fé
En 1994 pasé un mes en Dublín, perfeccionando el idioma local. De las cosas más celebradas entre las que me traje, hay que contar con una camiseta de la segunda equipación de la Irish Squad, con el número 21 de Jason McAteer.
Este año volvemos a Dublin, con una temática más lúdica, y por supuesto, allí estará también la zamarra blanquiverde. Para los descreidos que no creen que aun exista, un par de fotos de hoy mismo:
Ahora, hago pública la promesa de mis compañeros de viaje: si yo llevo a Dublin la camiseta clásica, la de las fotos, ellos se comprometen a regalarme una versión actualizada, de mi talla, de la camiseta de la Irish Squad, con el número 21 de Jason McAteer.
Por cierto... ya es casualidad que la publicidad fuera de Opel, precisamente :(
Este año volvemos a Dublin, con una temática más lúdica, y por supuesto, allí estará también la zamarra blanquiverde. Para los descreidos que no creen que aun exista, un par de fotos de hoy mismo:
Ahora, hago pública la promesa de mis compañeros de viaje: si yo llevo a Dublin la camiseta clásica, la de las fotos, ellos se comprometen a regalarme una versión actualizada, de mi talla, de la camiseta de la Irish Squad, con el número 21 de Jason McAteer.
Por cierto... ya es casualidad que la publicidad fuera de Opel, precisamente :(
lunes, 28 de julio de 2008
Sobre los coches
Hace no tantos años, me ofrecieron un Citroen ZX. Regalado. "Para lo que me van a dar por él, disfrutalo tú", me decía mi hermano. "Vaya! Gracias!. Pero yo no necesito un coche. Puedo ir a todos los sitios en tren".
Al de unos años, la cosa cambió un poquito. Y surgió otra oportunidad tambien muy interesante. Un BMW 318i, carrocería E21. Diseño de 1979, fabricación de 1981. Precioso. Barato. Nos hizo muy muy buen servicio. Tristemente, despues de año y medio y 40000 kilómetros, las averías empezaban a ser habituales, conseguir repuestos era poco menos que imposible (aun recuerdo un tubo de refrigeración que no había en desguaces, y que en la BMW se rieron de nosotros: nos lo acabó haciendo el fontanero que nos hacía la obra en casa). Todo esto ocurrió muy poco antes de que pudieramos hacerle un seguro de clásico, lo cual tal vez nos habría dado la oportunidad de conservarlo, si hubieramos tenido dónde. Pero... una de las averías hizo que no pasara la ITV (por suerte nada peligroso), de forma que nos tuvimos que animar a cambiar de coche.
Miramos muchos concesionarios, buscando una opción que, dentro de un presupuesto razonable, cumpliera nuestras expectativas: un coche alto en el que no nos diéramos con la cabeza al entrar, diesel, 5 puertas y pequeñito, para poder aparcarlo cómodamente. Redujimos la lista a dos modelos: Opel Agila y Skoda Fabia. Elegimos el opel, fiándonos de la solvencia de lo que nos decían era diseño alemán. Nos equivocamos.
En los 4 años que tuvimos este pequeño monovolumen, nos dió bastantes alegrías. Siempre se ha comportado bien en carretera. Algún disgustillo también, como cuando descubrimos que no tenía ABS, a pesar de que el comercial de la Opel nos había dicho que sí.
Nos compensaron económicamente por ello. Alguna avería en garantía, el servicio postventa respondía muy bien. Se acabó la garantía, las averías siguieron... en fin, algún día contaré los detalles. El final de la historia ocurre en febrero de 2008, en el fatídico km. 15 de la AP68. El coche se para. Huele a quemado. Parar a la derecha, chalecos reflectantes, triángulos. Volver a poner los triángulos porque los camiones los tiran. Llega la grua, lo lleva al taller. El motor está quemado. Son 5000. Es demasiado. En el desguace alucinan "Pero este coche está rematriculado, no? Como que no? Tan nuevo es y se ha quemado el motor?": Seguramente ellos lo arreglarán por mucho menos, porque les sale la pieza más barata, y la mano de obra también. Que lo disfruten.
Nosotros vamos a la Opel, a pedir alguna explicación, alguna responsabilidad. Off the record, un jefe de taller comenta que ese modelo "ha salido malo". Pero, oficialmente, simplemente hemos tenido mala suerte. El modelo no ha salido malo, se cambia por otro más moderno. Opel no tiene la culpa. Nos hemos quedado sin nuestro coche Opel, prácticamente nuevo, y ellos no tienen que responder por ello. Mola. A ellos les mola, por supuesto.
Hemos tenido suerte, y un familiar nos ha regalado un Renault Megane, 13 años, más km que el coche fantástico... pero que nos saca del apuro. Desde aqui lo agradecemos.
Opel acaba de empezar a comercializar el nuevo Agila. Estoy deseando que me llegue la carta del director comercial invitandome a probarlo. Le contestare muy claramente: no necesito probarlo, ya probé el antiguo. Y si el nuevo se quema igual, no me interesa. Y si no, tampoco. Si la Opel quisiera asumir su responsabilidad con un coche que no ha cumplido mínimos de calidad, me regalaría un Agila para sustituir el que se quemó. Así al menos recobrarían el "honor". Pero, como yo ya no quiero un opel ni regalado, lo que haría con el sería plantarme en la Renault y cambiarlo por un Megane (pagando la diferencia).
En fin, mi consejo para el futuro: si vais a comprar un coche, procurad que sea uno muy extendido. Que si descubren un fallo, hayan vendido tantas unidades que les salga a cuenta arreglarlo. Porque, si no... estareis vendidos.
Al de unos años, la cosa cambió un poquito. Y surgió otra oportunidad tambien muy interesante. Un BMW 318i, carrocería E21. Diseño de 1979, fabricación de 1981. Precioso. Barato. Nos hizo muy muy buen servicio. Tristemente, despues de año y medio y 40000 kilómetros, las averías empezaban a ser habituales, conseguir repuestos era poco menos que imposible (aun recuerdo un tubo de refrigeración que no había en desguaces, y que en la BMW se rieron de nosotros: nos lo acabó haciendo el fontanero que nos hacía la obra en casa). Todo esto ocurrió muy poco antes de que pudieramos hacerle un seguro de clásico, lo cual tal vez nos habría dado la oportunidad de conservarlo, si hubieramos tenido dónde. Pero... una de las averías hizo que no pasara la ITV (por suerte nada peligroso), de forma que nos tuvimos que animar a cambiar de coche.
Miramos muchos concesionarios, buscando una opción que, dentro de un presupuesto razonable, cumpliera nuestras expectativas: un coche alto en el que no nos diéramos con la cabeza al entrar, diesel, 5 puertas y pequeñito, para poder aparcarlo cómodamente. Redujimos la lista a dos modelos: Opel Agila y Skoda Fabia. Elegimos el opel, fiándonos de la solvencia de lo que nos decían era diseño alemán. Nos equivocamos.
En los 4 años que tuvimos este pequeño monovolumen, nos dió bastantes alegrías. Siempre se ha comportado bien en carretera. Algún disgustillo también, como cuando descubrimos que no tenía ABS, a pesar de que el comercial de la Opel nos había dicho que sí.
Nos compensaron económicamente por ello. Alguna avería en garantía, el servicio postventa respondía muy bien. Se acabó la garantía, las averías siguieron... en fin, algún día contaré los detalles. El final de la historia ocurre en febrero de 2008, en el fatídico km. 15 de la AP68. El coche se para. Huele a quemado. Parar a la derecha, chalecos reflectantes, triángulos. Volver a poner los triángulos porque los camiones los tiran. Llega la grua, lo lleva al taller. El motor está quemado. Son 5000. Es demasiado. En el desguace alucinan "Pero este coche está rematriculado, no? Como que no? Tan nuevo es y se ha quemado el motor?": Seguramente ellos lo arreglarán por mucho menos, porque les sale la pieza más barata, y la mano de obra también. Que lo disfruten.
Nosotros vamos a la Opel, a pedir alguna explicación, alguna responsabilidad. Off the record, un jefe de taller comenta que ese modelo "ha salido malo". Pero, oficialmente, simplemente hemos tenido mala suerte. El modelo no ha salido malo, se cambia por otro más moderno. Opel no tiene la culpa. Nos hemos quedado sin nuestro coche Opel, prácticamente nuevo, y ellos no tienen que responder por ello. Mola. A ellos les mola, por supuesto.
Hemos tenido suerte, y un familiar nos ha regalado un Renault Megane, 13 años, más km que el coche fantástico... pero que nos saca del apuro. Desde aqui lo agradecemos.
Opel acaba de empezar a comercializar el nuevo Agila. Estoy deseando que me llegue la carta del director comercial invitandome a probarlo. Le contestare muy claramente: no necesito probarlo, ya probé el antiguo. Y si el nuevo se quema igual, no me interesa. Y si no, tampoco. Si la Opel quisiera asumir su responsabilidad con un coche que no ha cumplido mínimos de calidad, me regalaría un Agila para sustituir el que se quemó. Así al menos recobrarían el "honor". Pero, como yo ya no quiero un opel ni regalado, lo que haría con el sería plantarme en la Renault y cambiarlo por un Megane (pagando la diferencia).
En fin, mi consejo para el futuro: si vais a comprar un coche, procurad que sea uno muy extendido. Que si descubren un fallo, hayan vendido tantas unidades que les salga a cuenta arreglarlo. Porque, si no... estareis vendidos.
domingo, 27 de julio de 2008
Estanflación
Anoche tuve la oportunidad de cenar con un licenciado en ciencias económicas, a quien pregunté por la actualidad económica, y de qué les enseñaban en Sarriko sobre la estanflación, sus causas y sus soluciones.
La idea es que en tiempos de crecimiento, como hay bonanza económica, los sueldos van subiendo, y los precios tambien van subiendo, de manera que el hecho de que las cosas vayan bien hace que aumente la inflación, cosa que puede controlarse con una subida de los tipos de interes. Si el dinero se presta más caro, hay menos dinero, y por tanto se moderan los precios.
En tiempos de recesión, como las cosas van mal, el consumo baja, y los precios se estancan. Bajando los tipos de interes, como el dinero sale barato, se anima a los inversores a moverlo, y se anima el crecimiento económico.
El problema en la actual situación de estanflación es que, por un lado, hay recesión y no hay crecimiento, mientras que, por el otro, y por motivos diferentes, la inflación sube, de forma que no se pueden bajar los tipos de interes para estimular el crecimiento.
Esto ya ha ocurrido otras veces, y las perspectivas son poco alentadoras. Según parece, la causa suele ser la especulación, y la salida es un crak. Cuando se reviente la burbuja, es cuando la situación volverá a la normalidad. Lo malo es que quien va a pagar el reventón no van a ser los mismos del 29.
Ya lo dijo Homer J. Simposon: "Es cierto que America es la tierra de las oportunidades, y también que la maquinaria del capitalismo se engrasa con la sangre de los trabajadores". Vamos, que aun no hemos tocado fondo... pero lo haremos, aparentemente.
Si alguien lee este análisis y le parece poco riguroso, incompleto, o claramente errado o sesgado, es posible que lo sea... al fin y al cabo no es mi especialidad. Quedan los comentarios para correcciones o aclaraciones.
La idea es que en tiempos de crecimiento, como hay bonanza económica, los sueldos van subiendo, y los precios tambien van subiendo, de manera que el hecho de que las cosas vayan bien hace que aumente la inflación, cosa que puede controlarse con una subida de los tipos de interes. Si el dinero se presta más caro, hay menos dinero, y por tanto se moderan los precios.
En tiempos de recesión, como las cosas van mal, el consumo baja, y los precios se estancan. Bajando los tipos de interes, como el dinero sale barato, se anima a los inversores a moverlo, y se anima el crecimiento económico.
El problema en la actual situación de estanflación es que, por un lado, hay recesión y no hay crecimiento, mientras que, por el otro, y por motivos diferentes, la inflación sube, de forma que no se pueden bajar los tipos de interes para estimular el crecimiento.
Esto ya ha ocurrido otras veces, y las perspectivas son poco alentadoras. Según parece, la causa suele ser la especulación, y la salida es un crak. Cuando se reviente la burbuja, es cuando la situación volverá a la normalidad. Lo malo es que quien va a pagar el reventón no van a ser los mismos del 29.
Ya lo dijo Homer J. Simposon: "Es cierto que America es la tierra de las oportunidades, y también que la maquinaria del capitalismo se engrasa con la sangre de los trabajadores". Vamos, que aun no hemos tocado fondo... pero lo haremos, aparentemente.
Si alguien lee este análisis y le parece poco riguroso, incompleto, o claramente errado o sesgado, es posible que lo sea... al fin y al cabo no es mi especialidad. Quedan los comentarios para correcciones o aclaraciones.
viernes, 25 de julio de 2008
Ansiedad
Aunque hace ya unos años, no podemos olvidarnos del tan temido 'efecto 2000', que quedó en nada, más allá de un especial de Haloween de los Simpsons. Pero para mi el año 2000 supuso empezar a enfrentarme con lo que sería una desagradable compañera de viaje en la vida: la ansiedad.
La primera vez que somaticé ansiedad, acabé una semana en el hospital, mientras comprobaban que mis síntomas (siempre son los mismos: empieza con una sensación de movimiento, sigue despues un mareo, dificultad para hablar y respirar, y, cuando todo termina, un intenso dolor de cabeza) no obedecían a una causa fisiológoca sino psicológica. Si se me permite este uso de la terminología que, dado que mi ámbito de formación está lejos de la medicina, es posible que sea incorrecto.
Después, pues he tenido épocas muy buenas, intercaladas ocn otras muy malas. He adquirido herramientas para hacer la convivencia con estas crisis de ansiedad soportable: año y medio de tratamiento psicológico, cursos de relajación y control mental... gracias a todo esto, pues más o menos se sigue adelante.
En el trabajo, muchos días me entra el pánico, pero, bueno, no permito que me bloquee (o no mucho). En días como ayer, de mucho cansancio acumulado, pues puedo llegar a tener varias crisis a lo largo del día, pero... bueno, son momentos perdidos, tiempo que no podré disfrutar, pero no voy a asustarme. Es lo que hay. No puedo luchar contra las mareas ni contra el amanecer, solo puedo, dándolos por hecho, adaptarme a ello. Pues lo mismo con esto. Adaptarme, y convivir con ello.
La primera vez que somaticé ansiedad, acabé una semana en el hospital, mientras comprobaban que mis síntomas (siempre son los mismos: empieza con una sensación de movimiento, sigue despues un mareo, dificultad para hablar y respirar, y, cuando todo termina, un intenso dolor de cabeza) no obedecían a una causa fisiológoca sino psicológica. Si se me permite este uso de la terminología que, dado que mi ámbito de formación está lejos de la medicina, es posible que sea incorrecto.
Después, pues he tenido épocas muy buenas, intercaladas ocn otras muy malas. He adquirido herramientas para hacer la convivencia con estas crisis de ansiedad soportable: año y medio de tratamiento psicológico, cursos de relajación y control mental... gracias a todo esto, pues más o menos se sigue adelante.
En el trabajo, muchos días me entra el pánico, pero, bueno, no permito que me bloquee (o no mucho). En días como ayer, de mucho cansancio acumulado, pues puedo llegar a tener varias crisis a lo largo del día, pero... bueno, son momentos perdidos, tiempo que no podré disfrutar, pero no voy a asustarme. Es lo que hay. No puedo luchar contra las mareas ni contra el amanecer, solo puedo, dándolos por hecho, adaptarme a ello. Pues lo mismo con esto. Adaptarme, y convivir con ello.
jueves, 24 de julio de 2008
Empezar por el principio
Últimamente me están pasando muchas cosas que, aun sin ser tremendamente importantes, sí me hacen pararme a pensar que podría ser interesante tenerlas recopiladas. Para mi. Niretzat. Porque algún día puedo querer recordar lo que me está pasando.
Nace esto, sin una gran vocación de periodicidad. Sin una gran vocación de publicidad. Lo cual no excluye que, quienquiera que pueda pasar por aquí sea bienvenido. Que, al fin y al cabo, mi vida tampoco es ningún secreto :)
Nace esto, sin una gran vocación de periodicidad. Sin una gran vocación de publicidad. Lo cual no excluye que, quienquiera que pueda pasar por aquí sea bienvenido. Que, al fin y al cabo, mi vida tampoco es ningún secreto :)
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