viernes, 25 de julio de 2008

Ansiedad

Aunque hace ya unos años, no podemos olvidarnos del tan temido 'efecto 2000', que quedó en nada, más allá de un especial de Haloween de los Simpsons. Pero para mi el año 2000 supuso empezar a enfrentarme con lo que sería una desagradable compañera de viaje en la vida: la ansiedad.

La primera vez que somaticé ansiedad, acabé una semana en el hospital, mientras comprobaban que mis síntomas (siempre son los mismos: empieza con una sensación de movimiento, sigue despues un mareo, dificultad para hablar y respirar, y, cuando todo termina, un intenso dolor de cabeza) no obedecían a una causa fisiológoca sino psicológica. Si se me permite este uso de la terminología que, dado que mi ámbito de formación está lejos de la medicina, es posible que sea incorrecto.

Después, pues he tenido épocas muy buenas, intercaladas ocn otras muy malas. He adquirido herramientas para hacer la convivencia con estas crisis de ansiedad soportable: año y medio de tratamiento psicológico, cursos de relajación y control mental... gracias a todo esto, pues más o menos se sigue adelante.

En el trabajo, muchos días me entra el pánico, pero, bueno, no permito que me bloquee (o no mucho). En días como ayer, de mucho cansancio acumulado, pues puedo llegar a tener varias crisis a lo largo del día, pero... bueno, son momentos perdidos, tiempo que no podré disfrutar, pero no voy a asustarme. Es lo que hay. No puedo luchar contra las mareas ni contra el amanecer, solo puedo, dándolos por hecho, adaptarme a ello. Pues lo mismo con esto. Adaptarme, y convivir con ello.

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