Dificil papelón el que hay en Barcelona. En el derby del sábado, en campo del Espanyol, algunos Boixos Nois, que se tienen a si mismos por seguidores del Barça, se dedicaron a tirar bengalas encendidas a la afición periquita. Lo cual, teniendo en cuenta los antecedentes (un niño murio en el campo del Espanyol por ese mismo motivo) me parece particularmente bestia y ultrajante.
Además de identificar y detener a los cazurros que físicamente lanzaron las bengalas, se está clamando por un castigo ejemplar. Pero, claro, no está la cosa facil. ¿A quién castigar?
Técnicamente, con la normativa en la mano, es el Espanyol (más concretamente la empresa de seguridad que subcontrata para ello) quien debería encargarse de evitar que se introduzcan elementos pirotécnicos en el recinto, estableciendo los registros que sean necesarios. Como parece que ha habido dejación de funciones, a estos deberíase castigar, aparentemente. Pero, claro, haciendo eso se estaría beneficiando al infractor: unos cazurros que lo que quieren es perjudicar al equipo periquito.
Que complicado...
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