Estos días está siendo noticia los problemas del sector aeronautico: decenas de miles de personas se están viendo afectadas por el caos de Barajas, por el 'trabajo a reglamento' de los pilotos de Iberia(sí, eso que otros tal vez llamarían huelga de celo), por la problemática con los controladores... además de los niveles de paranoia a los que se llegó después del accidente de Spanair, donde era posible leer titulares del estilo 'Pasajeros son desembarcados porque apareció una luz roja'. Vamos, que están los aviones como para echar cohetes.
En este río revuelto, quien puede ganar son, principalmente, los trenes rápidos. Pues bien, casualmente, el sábado (o el domingo, mi memoria no es lo que era) un Alvia se averió en Valladolid, con el consiguiente trasbordo y retraso de los pasajeros que tenían que llegar a Bilbao. Pues bien, a una sola avería, se le dedicó una página completa de algún periodico... evidentemente, con tremendas declaraciones de los viajeros, como 'esto es una vergüenza', 'por qué no nos avisan' (claro, es que como se les ocurre no avisar de una avería planificada... nótese el matiz irónico). Todo eso trae un desprestigio para el tren. Pero... a que en esa noticia nadie dijo que retrasos y problemas que en el tren han aparecido una vez, están siendo últimamente el pan nuestro de cada día en Barajas e Iberia? No habría sido mucho más justo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario