A principios de diciembre nos caducaba el DNI. Así que, un par de semanas antes, llamamos para pedir cita. Resulta que no daban citas hasta... dos meses después!!
Así que, hasta que por fin ha llegado el día, hemos estado con el DNI caducado. Además, como con el cambio de año tocaba cambio de tarifas, hemos pagado 8 € más que si nos hubieran dado la cita a tiempo. En fin, cosas que pasan...
Llegamos a la oficina del DNI, y decimos que tenemos cita. Comprueban que la tenemos. Nos dan un número de la máquina... y yo empiezo a no entender las cosas. ¿Para qué nos dan un número de la máquina si ya tenemos cita? Pues resulta que, a pesar de tener cita, toca esperar. 50 minutos, para ser exactos. Entonces, no lo entiendo. ¿Para qué pedimos cita? No hubiera sido lo mismo si antes de que nos caduque nos plantamos allí y en la maquinita de la entrada nos dan número? Me parece que hemos hecho el canelo esperando tanto.
Las chicas que nos ha atendido, aunque la de la jefa no ha puesto muchas facilidades a su pierna, un encanto. Si no fuera por lo atento que ha sido el personal, el cabreo por estas cosas sería mayor.
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