Casi se me había olvidado lo que me gusta viajar en tren. Cuánta falta me hacía! El traqueteo de la vía subiendo orduña, tomar algo en la cafetería leyendo una revista...
Precisamente de un par de cosas que he leído en la revista quería hablar. Dos artículos que, aunque seguramente tendrán razón en general, conmigo parece que no han acertado.
El primero, un artículo sobre redes sociales, que termina diciendo que el futuro es la movilidad. En mi caso, teniendo en cuenta que mientras voy en el tren estoy actualizando el blog, contando en facebook por donde voy pasando, compartiendo en google latitude mi ubicación en base al gps del movil, y comprobando unos anuncios en ebay, creo que lo del futuro no me es aplicable, ya que llevo años usando internet en movilidad (incluso gestionando servidores).
El segundo artículo es una entrevista a Labordeta, que comenta cómo ha cambiado la experiencia del viaje en tren, haciéndose menos humanos, porque cada quie se pone su música, sus auriculares, y ya no se comparte conversación, comida... En parte tiene razón (ah! Aquellas largas conversaciones con desconocidos echando un cigarro en las plataformas del Unamuno), pero, teniendo en cuenta que vengo de una charla de media hora en la cafetería sobre el futuro del planeta y el poder de los blogs, pues es normal que me rechine un poco.
Termino con una cita de forges, de El País de hoy, que como católici de pensamiento analítico me suena muy acertada: "Bienaventurados los laicos, porque no tendrán que cumplir normas que nunca dicté".
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