Este fin de semana el Megane ha empezado a dar nuevos síntomas de decadencia, algunos de ellos muy curiosos y preocupantes.
Vamos, que para dejar al coche en condiciones habría que pasar por el taller para hacer:
Un cambio de aceite
Cambio de neumáticos
Ajuste de la distribución de frenos
Reparación de dos fallos eléctricos menores que aparecieron en la ITV
Reparar los dos nuevos problemas que han aparecido este viernes:
Unos tirones en la tracción: a veces, estando acelerando, deja de acelerar, o vuelve a acelerar... sin haber movido el pie un milímetro. La sensación, muy parecida a lo que hacía el Agila con la válvula de recirculación de gases, pero bastante menos acentuada.
La más curiosa y más preocupante: después de estar un rato andando con el coche, lelgamos a destino, aparcamos, sacamos la llave del contacto... y el motor no se para. Salimos del coche, lo cerramos, nos llevamos la llave... y el motor funcionando. Vamos, que para poder parar el motor... hay que calarlo, con todo lo malo que es eso.
Así que toca usar ese coche lo mínimo posible, y acelerar el proceso de adquisición del nuevo.
1 comentario:
aissss yo es que voy viendo como se os jubilan los coches...con la de veces que me traen y me llevan xd!!! besos a pares
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