Mareos por la mañana, cansancio general, dolor de cabeza... Todo lo que me hacía sentir mal. Añadámosle dolor de garganta, diarrea y debilidad, y la buena idea de ir al médico.
Finalmente, todas mis sensaciones negativas no necesitaban filosofía, ni técnica psicológica. Necesita paracetamol en cantidades industriales, y 24 horas de reposo. Además de buena comida y vitamina C. Es la manera de vencer un cuadro vírico.
Pero, de largo, la mejor sensación es la de saber lo que pasa, saber que no es nada raro, sino simplemente una gripe primaveral, esa misma que había pasado el invierno sin tocarme demasiado.
Calentito en la cama, escribiendo desde el móvil.
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