El aborto está de moda. Más concretamente, hablar del aborto está de moda: nuevas leyes del aborto, manifestaciones de los anti-abortistas, y miles de comentarios en los blogs. Parece que en cada blog es necesario dar la opinión... pues muy bien, si tal es el signo de los tiempos, yo no voy a ser menos ;) Ahora, adelanto que yo no estoy ni totalmente con uno de los bandos en litigio, ni totalmente con el otro, por lo que es posible que reparta palos en ambas direcciones. Espero que ni los unos ni los otros se mosqueen conmigo... ;)
Vaya por delante que en casa somos católicos, lo cual no quita para que en ocasiones nos toque avergonzarnos de alguna de las tonterías que dicen los altos representantes de nuestra Iglesia. Porque en ella se da una curiosa división, con cosas tremendamente normales, y consejos perfectamente comprensibles y asumibles a nivel de parroquia, de barrio, y tonterías en ocasiones supinas en niveles superiores, de obispos para arriba. Pero bueno, eso daría para otro post. Lo que quiero decir es que mis opiniones, aunque tendrán cierto sesgo de la Iglesia a la que pertenezco, no siempre van a ser las mismas que las suyas.
Y el tema del aborto (y el de la contracepción en general) es uno de esos en los que la discrepancia es palpable. Así que vamos a entrar al detalle.
No creo que sea buena idea ampliar los supuestos del aborto. No creo, ni mucho menos, en que el 'aborto libre y gratuíto', sea una buena idea. Me ha tocado vivir de cerca un par de abortos (no, panda de malpensados, ninguno de los dos me tenía a mi ni a la jefa como protagonistas), y es una cosa muy dura. Tremendamente dura. No es un trago que nadie debería querer pasar, si no fuera una elección gravísima, del estilo de lo que mencionaré al final. Por eso creo que debería potenciarse la contracepción (¿o anticonceción? ¿Cual es la palabra decuada?). El 'celibato hasta el matrimonio' (aparte de que tampoco soluciona la vida después del matrimonio, pero cada cosa en su momento) también es algo que no funciona, porque, salvo para una pequeña élite de elegidos, la mayoría de la gente es muy proclive a tener un momento tonto, sobre todo después de un par de copas. Así que es mejor poner los medios para que ese 'momento tonto' no tenga consecuencias, que tener que enfrentarse despues a algo que, física y psicológicamente es tan duro como un aborto. Por tanto, potenciemos la contracepción. Suponiendo que fuera algo malo (es una de esas cosas que de obispos para arriba se ve fatal, y a nivel de parroquia está más que comprendida), es el mal menor. Y sabemos que lo mejor es enemigo de lo bueno...
Bueno, pero vamos a suponer que alguién ha sido lo bastante inconsciente como para saltarse las medidas deseables de profilaxis anticonceptiva en un momento tonto. uándo es buen momento para abortar y cuando no? Es decir, cuando podemos suponer que realmente estamos matando una persona?. Bien. Tengo clarísimo que un espermatozoide y un óvulo no son una persona, aunque tengan la potencialidad de, en condiciones adecuadas, llegar a crearla. Tengo también muy claro que un zigoto tampoco es una persona, aunque también tenga la potencialidad de, en condiciones adecuadas, llegar a crearla. Cómo va a ser una persona algo que es sólo una célula! Solo se reproduce por mitosis! Igual igual que la bacteria de la salmonela, por ejemplo... Con esa mitosis se llega a la mórula. Tambien tengo claro que eso no es una persona. El zigoto se ha dividido unas 10 o 12 veces, y tenemos unas 1000 o 2000 células, aun no especializadas. De nuevo la mórula tiene la potencialidad de, en las condiciones adecuadas, llegar a crear una persona. Pero de nuevo, aun no se ha creado.
Vamos en sentido contrario. Es evidente que el neonato no es una persona. Es evidente (o a mi me lo parece) que un no-nato en última fase también lo es. Un feto, aunque no sea aun viable, tiene muchas de las características de un ser humano. Incluso en un embrión se dan algunas de las características que considero importantes: especificidad celular, forma humana... en resumen: no soy médico, ni filósofo, y por tanto no puedo acotar con exactitud en qué momento podemos empezar a tomar un nonato como ser humano, pero tengo muy claro que las primeras, primerísimas fases, no corresponden aun a una persona. En esas fases es en las que consideraría posible, bajo ciertas circunstancias, interrumpir el embarazo.
El magro de la cuestión. Cuáles son esas circunstancias? Pues sigo sin ser médico ni filósofo, ergo tampoco lo sé. Pero también tengo algunas cosas claras. Tengo muy claro que no puede ser 'porque sí, porque a la madre le apetece'. Es algo tremendamente duro, y debería tener una muy buena razón para hacerse. Además, siguiendo la máxima de 'la mujer del cesar no solo debe ser honrada, sino tambien parecerlo', no solamente no debe ser libre, sino que, aun estando limitado, no debe darse la sensación de que es libre. Porque si a la gran masa de quinceañer@s descerebrad@s (estimad@ quinceañe@ que lees esto: no me refiero a tí, solo a l@s decerebrad@s) les das la idea de que pueden abortar sin problemas, que es una cosa tan sencilla y tan normal como ponerse un condón, pués preferirán lo primero a lo segundo, y eso es algo que no debe permitirse. Porque no es cierto que sea lo mismo, que sea igual de sencillo.
Y de la misma manera que he acotado los términos en los que no, voy a acortar algunos términos en que debería ser posible (aunque luego sea potestad de la madre / los padres). Y lo menciono porque nos toca de cerca, evidentemente. Desde que hemos sabido lo de la mutación, también tenemos claro que no vamos a tener hijos. No por que tengamos problemas de fertilidad, sino porque los problemas de coagulación de la madre harían que, con una probabilidad muy alta, muriese en el parto. Bien por exceso de coagulación (trombosis o embolias) o bien por defecto (la falta de plaquetas que impediría taponar las heridas que provocan los desgarros de un parto, o una cesarea). Por tanto, si siguieramos las indicaciones estrictas de las altas esferas de nuestra Iglesia, estamos condenados a una vida de celibato impuesto. Si hacemos caso a nuestros consejeros a nivel de parroquia, podemos tirar de contracepción, pero me da lo mismo, porque el resultado final es que, eligiendo la primera opción por un momento tonto, o eligiendo la segunda, por un problema técnico, en ambos casos (con una probabilidad muy baja, pero no totalmente despreciable) podría terminar la cosa en un embarazo. En ese caso, tengo muy claro que las leyes, la norma, e incluso la moral, deberían permitir a la madre decidir (a los padres decidir) teminar con el embarazo, siempre en un estadio muy básico embrionario, en que la definición de persona no sea aun aplicable. Otra cosa es el dilema moral que a los padres se les plantearía (al que nosotros hemos empezado a enfrentarnos, aunque aun no haya sucedido tal cosa). Debería ser la madre capaz de sacrificar su vida para darle a un hijo la posibilidad de nacer? Aunque desde un punto de vista estrictamente ético parece que la decisión debería ser obvia, no es una decisión en absoluto sencilla de tomar.
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