El día después es sólo el principio

Ya está terminada la peregrinación. Finalmente, no por el mismo recorrido que habíamos planteado, sino por otro más tradicional, que, aunque a la jefa le preocupaba un poco porque era más exigente para su pierna aun no totalmente recuperada, no nos ha supuesto ningún problema.

Tras llegar allí, se nos antojó muy complicado entrar a la misa de 4, porque había muchísima gente, así que, despues de lanzar nuestras oraciones, agradeciendo los favores recibidos, y pidiendo que los próximos 12 meses sean un poquito menos desastrosos que los últimos (y pidiendo por Raquel, que nos lo había comentado expresamente, y su hijo Iker), compramos un paquetito de rosquillas (que junto con el chocolate caliente son lo tradicional... aunque los puestos le dan a la explanada de Begoña daba un aire a los mercaderes del templo, Juan 2, 13-25) y nos fuimos a dormir.

Y hoy empieza la parte más "pagana": las Aste Nagusia, la Semana Grande bilbaína:

Sólo oir esta música ya me emociono... en mis tiempos de alumno universitario se decía que en fiestas de Bilbao toca estudiar de día, salir de noche, y dormir... en Octubre. Así que procuraremos liarla todo lo que podamos, pasarlo en grande por las noche, y, con los invitados, hacer turismo de día. Ya dormirán en el tren de vuelta. Lo importante es, como todos los años por estas fechas... pasarlo en grande!!!