lunes, 16 de noviembre de 2009

Estan majaretas...

Leo en el Correo que un radar ha cazado a un conductor circulando a 225km/h por la AP-68. Y me parece alucinante. No solo por la pedrada en la cabeza y el desprecio por la propia vida que hay que tener para circular a semejante velocidad, en que cualquier mínimo problema técnico o distracción te pone a dar vueltas de campana durante kilómetros. Más que eso, por el desprecio de las vidas ajenas, porque en esas vueltas de campana puedes llevarte por delante muchos coches, muchos conductores... muchas vidas.

Lo que realmente me enerva es la cantidad de gente que dice después, en los comentarios, que eso no es ninguna locura, que es normal, que no es peligroso... pero cómo que no! Nadie está exento de un pinchazo, de un bache, de una pequeña distracción. Y a 225 no hay tiempo para corregir algo de eso, no hay reflejos humanos que puedan. Y, además, un golpe a 100 km/h puede ser serio... pero a 220, seguro que no es posible salvarse.

Quien quiera experimentar la sensación de velocidad, no me parece mal... pero que lo haga en circuítos cerrados, que pare eso están, y no poniéndome en peligro a mi en la carretera.

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