Cuando uno va haciendo unos cuantos viajes, se va aficionando a ciertos productos que encuentra por ahí. Por ejemplo, en Praga, y tras una visita a la fábrica, me empezó a gustar la cerveza Staropramen. En Grecia, cierto tipo de ensalada (griega ;) ). En Rusia, el Marlboro Ultra Light. De Irlanda me encanta repetir la Guiness y los Fish and Chips. Y en Italia me he encontrado el Riopan, una variante del almax con el mismo efecto y con sabor a leche merengada.
Gracias a la globalización, algunos de esos productos se pueden seguir disfrutando cuando se llega a casa:
· Me costó encontrar Staropramen, pero ya sé de un bar de Bilbao donde la ponen.
· La ensalada griega se puede hacer sin mayor problema que encontrar el queso feta, hoy día muy habitual.
· La Guiness, aunque se dice (y no sin cierto punto de razón) que no viaja bien, que como en Irlanda no sabe en ningún sitio, puede también comprarse como cosa normal.
· Los Fish 'n'chips... bueno, puede freirse pescado y patatas, pero no es exactamente lo mismo que tomarlo en un sitio tradicional de Dublin
· El Marlboro Ultra Light no existe aquí. Existe el light (que ya no se llama así), pero no es lo mismo.
· El Riopan tampoco parece que existe en España. Evidentemente hay otros con el mismo componente activo, pero no sé si será lo mismo. Me he traido una buena cantidad de Italia (me vendieron una caja enorme en una farmacia de la Fontana de Trevi), pero cuando se acabe... habrá que probar las variantes.
Así que, lo que decía: la globalización está haciendo que muchas cosas se puedan conseguir a nivel mundial, pro, por suerte o por desgracia, aun no todas.
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