Hace ya algún tiempo que el gobierno Vasco decidió que era necesaria una acreditación que demostrara que un usuario tenía ciertos niveles de conocimiento, soltura y capacidad aplicado a diferentes entornos y programas. Lo cual en principio es una buena idea: con ello, se acabó el típico ejemplo del Curriculum donde siempre hay que poner "Excel a nivel de usuario"... aunque el remitente no haya visto un ordenador en la vida.
Así nació la
IT Txartela, como una buena idea, y cargada de buenas intenciones.
El problema, como tantas otras veces que nace una buena idea, ha sido que la implementación ha sido nefasta. Para demostrar la habilidad adquirida en el uso de un determinado programa o entorno, en lugar de realizar una pequeña prueba práctica de aptitud donde se demuestren las capacidades adquiridas, se ha optado por diseñar un sistema teórico estático, donde se combinan las preguntas teóricas sobre el objeto de la evaluación, con simulaciones tontas de lo que realmente aparece durante el uso, en las que es necesario hacer clic en los lugares adecuados. Podéis visitar
la demo para entender mejor a lo que me refiero.
Cuál es el problema de esto? Que en la vida real, en la utilización de los programas, muchísimas veces hay varias formas de hacer una misma cosa, pero la aplicación de evaluación no es lo suficientemente lista como para tener programadas todas las posibilidades. Si hacéis la demo tenéis un ejemplo muy claro en la misma segunda pregunta. Se muestra una pequeña reproducción de la ventana de Power Point, y se pregunta... ¿cómo se puede cerrar el archivo? El objetivo es que el usuario pulse primero archivo, y luego en cerrar. Lo cual es correcto. Pero se obvia que también es correcto pulsar en el icono del archivo para poder cerrarlo, o pulsar en el botón X de la ventana del documento... opciones todas ellas que darán como resultado 'respuesta incorrecta'. Por no hablar de que, con esa aplicación estática, no se reciben los feedbacks del programa. En el Power Point de verdad, cuando pasas por encima de una opción se ilumina en azul. En el de pega de la prueba, tienes que hacer el clic sin referencias, y como le des un pixel por encima o por debajo de lo que el programador ha considerado como 'correcto' (que, por otra parte, aunque pensando bien supongo que aproximadamente coincidirá con lo que es el el programa real, no tiene por qué coincidir exactamente), pues nada, 'respuesta incorrecta'. Otro ejemplo: la pregunta 4, donde te piden elegir el estilo 'corbata'. Es normal que sea necesario saber aplicar estilos para esta prueba, pero tiene el más mínimo sentido tener que reconocer visualmente los diferentes estilos y saberse de memoria los nombre que ha puesto Microsoft? Afecta eso a saber usar un programa o no? Claramente NO. Y no sigo con más ejemplos porque me da grima. Conste que solamente me he enfrentado a la demo para poder ilustraros mis argumentos.
Y no penséis que estoy exagerando: yo mismo, que llevo aproximadamente unos 10 o 12 años trabajando con Power Point, que me considero como mínimo 'usuario avanzado', y que en mis ratos libres respondo a las dudas que amigos y familiares tienen sobre el uso de este programa (y de otros), he tenido que responder 3 veces a esta pregunta para poder encontrar a qué se refería. Y, evidentemente, en mi vida y mi trabajo diarios nunca he tenido problemas para cerrar un dichero .pps.
Algo está fallando, por tanto. Algo está fallando cuando es más fácil que apruebe un examen un chimpancé al que se le enseñe a repetir una serie de movimientos que alguien con 10 años de experiencia en el entorno objeto de examen (evidentemente lo del chimpancé es una exageración jocosa, pero el argumento es impepinable: es más fácil que apruebe alguien que, sin tener ni idea, se ha memorizado donde hacer los clics, que un verdadero profesional del uso del programa).
"Pero de alguna manera hay que evaluar" dirá alguien con ganas de defender el sistema. Y estoy de acuerdo, algo hay que hacer. Pero no vale cualquier cosa: hay que buscar un sistema de evaluación que dé resultados acorde a lo que se quiere evaluar, o al menos con una cierta correlación. Porque para dar resultados que no tienen nada que ver con lo que se está evaluando, podemos utilizar el método de la bañera: ya sabéis, coger los exámenes (o, en este caso, papeles con el nombre del aspirante) y tirarlos al aire. El que caiga dentro de la bañera, aprobado, y el que caiga fuera, suspendido. La misma fiabilidad que el sistema actual, pero más barato, porque nos ahorramos el encargo inútil del software específico.
La cosa no iría a mayores, ni tendría mayor importancia, si no fuera porque, ya que está implementado el sistema, las instituciones lo utilizan como referencia, aceptando para tomar parte en convocatorias de empleo público solamente a quienes posean este 'título'. Que, como hemos visto, en absoluto está correlado con el conocimiento real del tema a tratar.
Desde mi punto de vista, es evidente que 'el movimiento se demuestra andando', y que para otorgar la acreditación que supone la IT Txartela debería ser necesaria una prueba práctica, siquiera pequeña. "Pero es lo mismo: se aprenderían también de memoria lo que tienen que hacer", podrá decir alguno. Pues ojalá, digo yo. Eso querría decir que realmente han aprendido a usar el programa que se evalúa.
Organizamos una iniciativa popular contra el planteamiento actual de la IT Txartela?
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