La jefa se va a su curso en coche.
Un rato después, salgo de casa, como de costumbre, con el tiempo justo. Como igual no llego al tren, y además llueve, decido no cruzar el pueblo hasta la estación y quedarme a coger el bus al lado de casa, que pasa a y media. En la pantalla pone que hay que esperar... 38 minutos? Si son casi y media! Debería tardar 3 minutos!
Me comenta una señora indignada que ha venido 10 minutos antes, y que además, viendo que la gente, sorprendida por el adelanto, llegaba corriendo, en lugar de esperar, ha cerrado puertas y se ha ido. Y claro, a esperar gratuitamente 40 minutos. Para terminar de liarla, una manifestación, y un lerdo cruzado en un semáforo. Resultado final, hora y cuarto en un viaje que normalmente serían 25 minutos.
Para que te fies del transporte público. Entran ganas de comprar un segundo coche.
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1 comentario:
Si, es cierto. Entran ganas, pero hay que aguantarselas. Tal vez una moto?
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