(Imagen de Nino Barbieri encontrada en Wikimedia Commons)
Nunca me han gustado las alcachofas. Estéticamente me han parecido muy feas, y, lo que es más importante, su textura, aun con las 'hojas quitadas', y su sabor, se me han hecho siempre muy cuesta arriba. Tanto en fresco, como en conserva o congelada.
La primera vez que una alcachofa me gustó fue cuando la probé en un pincho en la parte vieja de Donosti, en Aralar. Pincho que la jefa ha tenido el detalle de repetirme este fin de semana
Consistía básicamente en coger la alcachofa (para este uso en concreto, una conserva es perfecta), rodear con una loncha de bacon, (pinchar con un palillo para que no se desmonte todo), y, tras pasar por harina y huevo abundantes, freir.
Una manera de comer verduras que tiene un sabor más que acep`table. Eso sí, sano, sano... con el bacon y la fritanga... pues igual no. Por queé será que lo sano no sabe a nada y lo que está rico engorda?
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