"Oye! Llevas mucho tiempo sin actualizar el blog", me interpela mientras tomamos cafe un compañero, que no sabía que me seguía.
"No te preocupes", le contesto, "que ayer estuve andando un rato y tengo la ruta cogida en el Sports tracker para colgar".
Pues un paseíto de casi dos horas, por Bilbao, a última hora de la tarde. Por el Campo Volantín caían las sombras largas, con ese sol brillante pero bajo que podemos ver al final de la primavera. Junto al museo marítimo, un balón flotaba en la ría, desgastado, de tanto trote contra el cemento. Me recordó al que usaba yo en Castro, hace ya casi treinta años. Desde Olabeaga pude ver el atardecer por Zorroza. Y, al llegar, un viajecito en un cómodo tren regional para llegar a casa.
A gusto.
_
No hay comentarios:
Publicar un comentario