El sábado fue un día de estos por los que merece la pena vivir. Un día que, después de dormir tanto como fue necesario, empieza bien.
Un día en el que la radio te avisa antes de meterte en el atasco, y puedes buscar vías alternativas a tiempo. En el que te da tiempo a hacer unas compras chulas.
Un día en el que nos damos el primer baño de mar de la temporada, y el agua está estupenda.
Un día que termina cuando quedamos los de la cuadrilla en fiestas de Santurtzi, con buen rollo y buenos talos.
Y, dentro de ello, un día que culmina con lo más parecido que se puede estar hoy día de un directo de Queen: un concierto de los argentinos Dios Salve a la Reina. Impresionante. Un must. Según ponen en su web oficial, van a estar en Zalla el 30 de Julio. Es como para no perdérselo, de verdad.
Ójala días como este pudieran vivirse con más frecuencia.
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