Esta mañana el Correo ha organizado una Subida a Artxanda. Un amigo nos ha metido en canción, y, aunque finalmente él no ha venido, pues nos hemos decidido a subir.
La cosa era sencilla: teníamos un boleto, con el que se subía a Artxanda, arriba te lo sellaban, y al bajar de nuevo al Arenal, había regalos, pintxos y bebidas.
El boleto, sellado.
El recorrido se hacía en todo momento por las zonas señalizadas. Aparte de que el GPS tardó un rato en coger señal (unos 13 minutos desde el Arenal hasta Uribitarte), el recorrido que hemos hecho ha sido el siguiente:
Dos reflexiones:
1.- Ha sido sorprendente ver como, para una subida sencillita, siendo un recorrido de 7 km con menos de 400m de desnivel, había mucha gente con ropa muy muy técnica, y recién comprada, aun con los dobleces de haberla desembalado directamente para esto. Vamos, gente que en la vida había subido al monte, pero que, cuando se trata de aparentar...
2.- 4500 personas no son fáciles de manejar, y en muchos puntos la cosa se le ha ido de las manos a la organización. Cuellos de botella que organizaban tapones humanos (como en la misma salida del Arenal o en el puente de la Salve, donde la acera, muy estrecha, tarda mucho en absorber a tanta gente), suministros que se acaban (al llegar al avituallamiento de Artxanda no quedaba agua, al ir a recoger los regalos a la llegada se habían acabado las bolsas donde llevarlos), o inmensas colas a la llegada. Después de una hora esperando una cola para recoger los regalos a la llegada (llegaba desde la calle Buenos Aires al Arenal), viendo que aun nos quedaba un rato largo para poder llegar a la carpa donde estaban los pintxos, decidimos pasar del pintxo y volver a casa. Ni pintxo, ni bebidas, ni hinchables. Era imposible.
Por suerte, todo eran meras incomodidades. El tema de seguridad, lo ha llevado muy bien Protección Civil.
Lo mejor ha sido volver a pasar por lugares que frecuentaba mucho hace 15 años, pero por los que lelvaba mucho, mucho tiempo sin pasar, y ver como algunas cosas han cambiado, pero otras siguen igual.
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2 comentarios:
Es como siempre..Si los pintxos son gratis hay tortas para cogerlos, en cambio si hubieran costado 0,50€ seguramente hubieran sobrado más de la mitad ...
Cuando los de Movistar, que patrocinaban el 'amadrinamiento' de Edurne Pasaban, estaban dando los polares a ella, y a la gente que iba a estar trabajando en el stand, había más de uno que se peleaba porque le regalaran uno, aun cuando no eran para repartir. Y podría contar historias aun más tristes a cuenta del alarde de txistularis en Aste Nagusia en la plaza nueva, pero... en su momento...
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