Vamos a empezar por una noticia, leída en el Diario Montañes: Varias calles de Castro cambian el sentido de la circulación.
Como se ve, la calle bajada del Chorrillo, que siempre se ha utilizado en sentido descendente, cambia de sentido para utilizarse como subida (igual que la calle bajada de la Estación, que siempre se ha usado como subida).
Bueno, pues hoy, subiendo por ella, me he encontrado que, curiosamente, venía uno de frente. Uno, que es de natural bondadoso, se aparta para no montar un atasco insondable, y abre la ventanilla para avisar...
-Hola! Es que esta calle es ahora de subida...
-Ya! Y eso? (señalando el ceda el paso de bajada, que aun no han borrado)
-Pues no lo han pintado aun, pero de verdad que han cambiado el sentido de la calle...
-Sí! Porque lo digas tú!
-Que no es que lo diga yo, que ha salido en el periodico, y allí a la entrada hay una señal de prohibido...
-Oye! Que yo paso por aquí todos los días!
-Pues fijate la próxima vez que pases, que está la señal allí a la entrada de la calle...
- Pero me quieres dejar de tomar el pelo y apartarte?
- Coño...
- Coño el tuyo!
Y se larga acelerando. La verdad, si llego a saber que era tan lerdo, no me aparto y que vengan los municipales a desfaecer el entuerto...
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3 comentarios:
Si es que no se puede ser tan bueno, Jon ;-)
Fer
¿Y qué hubiera pasado si uno no hubiera leído el periódico?
Eso es exzactamente lo que pasó, Txomin, que el que bajaba no había leído el periódico... y evidntemente no se había molestado en mirar las señales. Qué habría pasado si no lo hubiera hecho ninguno de los dos? Pues como los dos fueran igual de cazurros que el que bajaba, que lo hubieran tenido que solicionar los municipales.
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