lunes, 29 de noviembre de 2010

Otro amanecer...

7:30 de la mañana. Abro el portal. Dos grados bajo cero.

La plaza está llena de sal. Parece que desde la administración han estado hábiles. Lo cual no impide que tenga unas bonitas placas de hielo en algunos sitios. Me pego un hermoso resbalón.

Desde el otro lado del pueblo, se oye silbar al carranzano. Parce que también tiene frio. El que, definitivamente, sí tiene frío, es el coche. Anoche fui previsor y tuve un poco de suerte, pudiendo dejarlo en un sitio un poco resguardado. Eso quiere decir que la capa de hielo del parabrisas no es demasiado gruesa, y en menos de diez minutos está ya disuelta, y con un mínimo de visibilidad para poder conducir.

Desde Castrexana veo amanecer sobre Bilbao. Si aquí hace esta temperatura… cómo estarán, por ejemplo, en Lerma?

En fin, a trabajar. Comienza una semana nueva, que no sé dónde acabaré.

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