Es mala suerte que cuando (aconsejado por un buen amigo) compro un flash para hacer un reportaje de boda nada menos que en Roma, éste casque estrepitosamente y haya que echarle mucho ingenio a esas fotos para suplir el problema técnico...
Es buena suerte que, al llevar el flash a garantía, no puedan repararlo, y, al no tener ninguno en stock, te den por el mismo precio el siguiente de la gama... mucho más potente, y que cuesta el triple.
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