Después de que ayer la logística funcionara tal y como estaba planeada para llegar a Sarria, hoy hemos andado la primera etapa a Portomarin. Buen tiempo, por suerte, solo con una niebla que empapaba el polar, pero que ha levantado pronto, dejando ver un día despejado.
La sensación en el Camino es básicamente la misma que hace 12 años. Se sigue yendo por caminos que son ríos, se sigue parando en Morgade a tomar empanada, y la bajada al pantano y subida al pueblo sigue siendo un rompepiernas. Pero hay albergues nuevos, con más capacidad, lo que hace que, en terminando la etapa, no sea exactamente lo mismo.
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