La segunda etapa la llevé bien, haciendo turnos, con unos, con otros... Como la otra vez, al llegar a A Brea, la sensación era que habría que terminar allí, y los 3 últimos kms se hacen duros. Pero sin más... Aunque al llegar las piernas estaban muy resentidas.
Pero mentalmente, esa noche fue dura, porque soñé que me tenía que volver a Bilbao. Y a la mañana, estaba convencido de ello. Así que la primera mitad, hasta Melide, a pesar de estar fisicamente... Bueno... Razonablemente bien... la he pasado muy mal. Gracias al apoyo (telefónico) de un par de amigos y el (presencial) del grupo, me recuperé un montón en Melide. Después de una ración de pulpo y unos recados, de nuevo al camino, esta vez mentalmente genial. Físicamente, de más a menos hasta Ribadiso, donde la casualidad ha querido que una chica coreana que iba peor que yo... Y me he recuperado para ayudarle tirando.
En fin, que las piernas mucho mejor que ayer. Y lo que queda es tranquilo.
A dormir, Arzua.
_
No hay comentarios:
Publicar un comentario