Hace ya algún tiempo que por los alrededores de casa pulula un gato. Se pone en el patio a maullar, y siempre hay algún vecino que le echa algo de comer (reconozco que incluso algo de pienso de Mendi ha comido, y bien contento). No sé, da alegría, se hace querer. En todo caso no tiene pinta de ser un gato callejero: suponemos que será de algún vecino, de alguna de las casas que están hacia el monte, porque está bien nutrido, bien cuidado, limpio, y aparentemente sano.
El caso es que anoche aparecio con una gran herida detrás de la oreja derecha. Y no supimos que hacer. Porque el cuerpo nos pedía llamar a la protectora, pero... y si el gato realmente era de alguien?
Al final no lo hicimos... y parece que ha sido la correcta, porque el gato sigue maullando en el patio, y la herida está curando bien...
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