Después de una noche de sábado decepcionante, con una fiesta de cumpleaños que no llegó a ser tal, el domingo sugería cautela. Pero ha sido sorprendentemente agradable.
Para empezar, a la mañana el Derby. Un domingo a la mañana, un horario muy raro, que ha hecho un gran perjuicio a la hostelería. Pero que hemos visto entre amigos, y con la suerte añadida de haber conseguido la primera victoria de la temporada en Liga, que falta nos hacía.
Por la tarde, y aprovechando los que ya deberían ser los últimos coletazos del verano (más que nada porque estamos en Octubre, aunque sea un Octubre que ya hubiéramos querido en Julio... aunque nunca se sabe), a la playita. En Castro, bañito, paseo y terracita... (Mmmm.... que "Flanders me ha salido esto, no? Hola holita!! ;) )
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Y pasear por la orilla... una vez... otra... otra... así, entre baño y baño, hasta 21 veces. Es decir... casi 6 km. Que tampoco está mal...
Y a la vuelta atasco en la A-8, como buen domingo a la tarde. Pero bueno, muy razonable, con mucha densidad, pero siempre avanzando... ojalá todos los domingos fuera tan fácil!
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