Al llegar a casa me he encontrado aparcado junto al portal el autobús de donaciones de sangre de Osakidetza. Hace años era donante habitual, pero la verdad es que llegó un momento que se me pasaron las ganas. Tal vez algún día cuente el motivo...
El caso es que, al verlo, me volví a animar. Lo recomiendo: el algo necesario, que no tarda más de media hora, y que no tiene por qué dar ningún problema. (Ya si vamos a la parte egoista, la sangre que se dona se analiza y avisan si encuentran algo grave).
Así que, el día que veais el autobús de Osakidetza aparcado cerca, y tengais media hora, recomiendo que no lo dudeis, entreis al autobús, y dejeis ahí un poco de sangre. Que aun no se puede fabricar, y nunca se sabe cuándo hará falta.
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