Parece que empieza a aparecer un tímido rayo de esperanza. Parece que alguien se ha dado cuenta de lo que comentábamos el otro día: que la imposición de austeridad hace moverse a la economía en sentido opuesto a la solución. Y no lo dice un cualquiera (como yo el día 4), sino que lo sueltan en el New York Times. Supongo que la identificación del problema puede tomarse como el primer paso de la solución...
Y ya la cosa empieza a verse del todo alegre cuando el propio FMI, el mismísimo FMI, sugiere que, de la misma manera que para las economías de países se hacen quitas de deuda, allí donde ha afectado la crisis del ladrillo, pueda hacerse una quita de la deuda doméstica (enlace) me ha parecido novedoso y esperanzador...
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