lunes, 16 de julio de 2012

Triste

Me he levantado triste. Se ha encendido la radio y la he apagado seguido, pensando "que bien que es domingo", cómo necesito descansar. Pero no, no es domingo, es lunes, y es, además, un día de trabajo de esos 'intensos'. Vaya palo.

¿Que por qué necesito descansar habiendo sido domingo ayer? Pues porque ayer P. estaba particularmente mal, y tuvimos que salir corriendo a echar una mano. Y es duro.

Cuando se ha vuelto a encender la radio, estaban hablando de las celebraciones marineras de la Virgen del Carmen. Y no he podido evitar acordarme de mis años de veraneos en Castro, siendo un crío, cuando, a estas alturas del año ya llevaba un mes de vacaciones, aun quedaban otros dos, y mi única preocupación en días como hoy era ver cómo tirar de contactos para poder subir en un barco de los que salían en procesión. Me ha pegado un ramalazo de melancolía, y de envidia de mí mismo.

Para terminar de liarla y hacerlo todo "aun más agradable", me sigue doliendo la muela. Lo bueno es que ya no es mi muela del juicio rota, ya que el viernes ya me la sacaron, sino la herida que está cicatrizando. Pero, igualmente, duele.

En fin, que no hay melancolía que valga. A trabajar.

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