Celedón ha hecho una casa nueva
Celedón, con ventana y balcón.
O al menos eso dice la canción.
Ayer tuve unas horas libres de mi autoadquirido compromiso de agosto, y aproveché para dejarme tentar por los amigos e ir a vitoria a ver, por primera vez en directo, la bajada de Celedón.
Él ambiente festivo era muy bueno. La verdad, parecía una e esas cosas qué hay qué hacer al menos una vez en la vida. Pero también es cierto qué había muchísima gente y qué podía ser un poco agobiante. Nosotros nos hicimos fuertes en la puerta de un bar de la plaza donde habíamos pedido un par de copas, haciendo piña con un señor de salamanca y unas chicas de Abadiño, y conseguimos verlo con relativamente poco agobio.
Para mis propios anales, el logro de 4 horas de autobús, qué hacia MUCHO qué no conseguía.
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