Llevaba más de un año sin hablar con D. Para nada. La última que hizo, aunque pudiera considerarse una de tantas, fue, desde un punto de vista acumulativo, la gota que colmó el vaso.
Hay quien no comparte esta visión, y aun quiere darle oportunidades (unos) o al menos coexistir (otros). Esto provoca que algunas veces es inevitable coincidir. Después de unos meses trabajando por evitar esa coincidencia (es decir, dejando de ver a mis amigos cuando sé que él está), hace dos semanas me lo encontré, y ya sí fue inevitable.
Al de un rato, se me acercó... tenemos que hablar... hay que arreglar esto... por lo menos dejarlo claro.... mira, esta semana te llamo, te invito a comer y lo hablamos... Yo, de natural gilipollas bondadoso, acepto.
Desde entonces han pasado ya dos semanas, y estoy preocupado. Muy preocupado. No sé, el caso es que no me ha llamado para quedar. Que raro, no? No le habrá pasado algo? Estará bien? Porque es raro que no haya llamado para quedar. Con lo puntilloso que es él para estas cosas...
(se nota la fina ironúia del último párrafo, verdad?
El día esta plomizo, pero no desagradable. Oscuro y con nubes, pero no hace frio y no llueve. Estamos llegando ya a casa.
De repente, un relampago enorme. Empiezo mi vieja costumbre...
1....
2....
Craaaakk.... Brouuuummmm!!
Eso ha estado muy cerca... me salen unos 700 metros. De hecho , empieza a oirse desde el monte un ruido muy inquietante. Mientras en la plaza todo sigue tranquilo, recortado contra el color oscuro del monte empieza a verse una fenomenal granizada... que se va acercando.
Esta foto es de otra granizada... pero valga como ilustración
No nos da tiempo de llegar a casa. Nos resguardamos en el ambulatorio, esperando que la que está cayendo amaine un poquito.
Y con esta enorme performance, damos la bienvenida a otro invierno más...
Sé que parece una coña típica de hacer crítica contra algo, pero esta vez es exactamente lo que parece: estoy intentando vender la tablet, y escucho ofertas.
Ayer estuve releyendo entradas antiguas del blog, y sorprendiéndome de cómo era capaz de escribir casi a diario, teniendo una media de más de 20 entradas al mes. Hoy día, escribo mucho menos, andando la media por debajo de los 10 posts al mes. De todas maneras, después de más de 4 años de blog, creo que sigue siendo un éxito. Auguraba que el aburrimiento iba a llegar mucho antes.
Relacionado con lo anterior... muchas de esas más de 20 entradas mensuales eran registros de recorridos que caminaba. Y esa actividad, a pesar de todo lo que me gusta, la he dejado de hacer. Estoy teniendo una bastante acuciante falta de tiempo en horario diurno, (y andar de noche es peligroso por según qué zonas).
El otro día, contestando a un tweet de Nokia España, me puse a rememorar la lista completa de teléfonos Nokia que he usado a lo largo de los últimos 13 años. La lista me salió muy larga, y de hecho me olvidé de uno... en esta entrada voy a corregir aquello :)
Un telefono que me encantó. Duro, intuitivo, y muy cacharreable. Me acuerdo que tuve que trastear varias cosas: para que tuviera vibracion (cosa que en año 1999 no estaba aun muy extendida) hubo que comprar el motor por Internet, e instalarlo yo mismo. Además también se le podían cambiar las carcasas, y recuerdo que compré una muy chula, azul metálica, con una tapa que tapaba el teclado y que se liberaba con un botoncito lateral, estilo Matrix. Molaba. Mucho. Después de que terminé yo de usarlo, pasó a un amigo, y aun le dio años de buen servicio.
2.- Un poco más profesional: 6210
Este venía con un pequeño clip que, al comprarlo, se podía personalizar, y enviaban a casa uno para cambiar por el que venía de serie en el teléfono (que, concretamente en el mío, ponía 'euskaltel'. Recuerdo que encargué uno con letras japonesas que significaban 'felicidad').
No se le podían cambiar las carcasas 'oficialmente', pero compré una (no recuerdo donde, pero fue antes de que tuviera Ebay) y la cambié con un destornillador profesional. También recuerdo que fue el primer tel´fono que pude usar con un manos libres para coche; sin bluetooth ni esas cosas tan novedosas que tenemos hoy día: una base que se enganchaba directamente a la toma de mechero, y llevaba su propio altavoz. Combinado con el reconocimiento de voz de nokia, hacía virguerías para aquella época. Aun lo guardo y aun arranca.
3.- Un poco más pequeño: 8210
El 6210 era un buen concepto, pero para la jefa era demasiado grande. Así que para ella encontramos la alternativa ideal: igual en software y en prestaciones, pero mucho más pequeño, un 8210. Lo pude usar muy poco, precisamente porque para mi no era idoneo, con mis dedazos marcaba a la vez varias de sus pequeñas teclas. Cuando tanto la jefa como yo dejamos de usarlo, se lo dejamos a D para que lo usara, le gustaba mucho. Con la condición evidente de que cuando no lo usara, nos lo devolvería. Aun estamos esperando, y de hecho, después de varias mudanzas, creo que lo ha perdido. Una pena, pero creo que no volveremos a ver aquel teléfono tan cuco.
4.- Introducing Symbian: 7650
El concepto de symbian me pareció interesantísimo desde el primer momento. Supongo que sería por eso que, al pasar por primera vez a contrato de pospago, pedimos a Euskaltel dos ejemplares del novedoso 7650. La pantalla enorme y en color, el teclado escamoteable que se combinaba con una cámara. Me gustó mucho. MUCHO. estuve con él casi dos años, y si no hubiera sido porque unos amigos de lo ajeno me lo arrancaron de su funda del cinturón en Bermeo, aun lo tendría. Seguro! El caso es que, hasta el siguiente, estuve unos días usando el de la jefa, y ese sí que lo tenemos aun:
5.- 6680: por fin conectado.
Estamos en diciembre de 2005. La respuesta de Euskaltel tras el robo de Bermeo no nos pareció idonea (de mil amores nos daban otra sim, pero no dónde meterla) de manera que ejecutamos nuestra primera portabilidad. En Movistar, entramos con buen pie: mientras la jefa estrena un 6021 con manos libres bluetooth, yo me descolgaba con un 6680 que, como el 7650, también tenía symbian, también tenía cámara escamoteable, y, lo más interesante, venía con una tarifa de datos que (sin ser en absoluto óptima) ya me permitía conexiones esporádicas a internet desde el movil. Cuantas discusiones de sábado a la noche zanjadas!
El uso extremadamente intensivo al que le sometí durante tanto tiempo, le hizo acabar mal (bastante aguantó el pobre). Acabó con la pantalla rajada y con teclas cayéndose del teclado, y hubo que hacerle una 'caratulectomía' de urgencia, igual que al 6210. Con su nueva carcasa aguantó más tiempo, e incluso después de servirme a mi, acabó siendole muy util a un amigo cuando lo necesitó. Igual se lo pido algún día, si no lo necesita ya.
6.- E61: a mil kms
Pasaron los 18 meses del compromiso de permanencia con Movistar, y yo para entonces ya había echado el ojo a un nuevo concepto que entraba en los Nokia con Symbian: el teclado qwerty. Con una pantalla muy grande, y perfecto para el e-mail, el E61 ya me encantaba desde el día que salió. Al llegar el día de poder cogerlo, resulta que no lo había. Está agotado, está agotado... salvo en un centro comercial de vélez - Málaga. Como teníamos que ir de todas maneras a visitar a unos amigos... pues lo reservamos y lo recogimos allí. (El nuevo N70 de la jefa fue más fácil de encontrar)
Durante más de año y medio estuve muy a gusto con este teléfono. Ya tenía wifi, y con todas las cuentas de correo configuradas, y un set completo de herramientas de comunicacion para symbian (ftp, ssh...) era comodísimo para gestionar servidores remotos desde cualquier sitio. Esta fue también la época en la que empezaba este blog (parece mentira, ya han pasado 4 años) y a veces escribía desde él. Incluso tengo fotos de mi boda en las que salgo hablando con él :) Finalmente, en su segundo año ya avanzado, con tanto trote me cargué el teclado, que empezó a no ir tan fino como solía, señal inequívoca de que había ya que pensar en cambiarlo. (Y también lo expresé aquí ;) )
7.- 5800 XM: el primer tactil
La verdad, cuando el primer día de 2009 llegó la hora de elegir a qué Nokia Symbian pasábamos después de que tanto el E61 como el N70 necesitaran recambio. Estuvimos un rato largo intentando decidirnos, entre un E71 que me parecía demasiado pequeño después del E61, o el 5800 que era el primer symbian tactil que se sacaba.
Finalmente, nos decidimos por este último. El concepto era MUY chulo, pero no nos adaptamos demasiado bien a la interfaz táctil. Así que lo vendimos (cuando el comprador lo fundió, nos lo devolvió, ya inutilizable, por un tema emotivo, así que aun lo tengo y he podido sacar la foto). La jefa se pasó al E71, y yo...
8.- E90 Communicator
Si me dan a elegir, el mejor teléfono que he tenido nunca. Pero vamos, a traineras del siguiente. Lo compré de segunda mano en mayo de 2009, justo antes de la final de copa, y me dió sus mejores ratos.
Me servía para todo, tenía un pantallón enorme, un teclado super cómodo, el GPS funcionaba de cine, la pantalla pequeñita (en comparación... pero más grande que muchas de entonces) cuando estaba plegado, super útil... una maravilla. La lástima, que al de poco menos de un años, empezó a fallar el audio. Yo oía muy bien, pero a mi no me oían: o muy bajito, o entrecortado. (a veces, comprar de segunda mano tiene estas cosas, más con el trote que llevan conmigo estos teléfonos). Así que hubo que empezar a plantearse otras cosas... Eso sí, entre que le tengo mucho cariño, y que a nadie le serviría un teléfono tan grande, ese sigue aquí en casa.
9.- E75
La alternativa natural al E90 parecía otro que también tuviera teclado qwerty, también tuviera pantalla grande, y también tuviera el teclado escamoteable. Y aunque, si no recuerdo mal, para esa época ya estaba disponible el N97, seguía sin sentirme preparado para una pantalla táctil, de manera que, viendo la posibilidad de comprar de segunda mano relativamente barato un E75, que suplía la doble pantalla con un cambio de orientación en la única que tenía.
No me llegué a arreglar muy bien con él, la verdad. Supongo que sería porque después del E90, no me podría haber arreglado bien con ninguno. Cuando lo dejé de usar, un compañero de trabajo me lo pidió, por si podía servirle a él. Y sí debe servirle, porque lleva más de un año usándolo, y más que contento. Espero que me lo devuelva finalmente, cuando ya lo haya usado todo lo que dé de sí.
10.- E71
El caso es que después del E75, empezó nuestro flirteo con Android. Cuando nos pasamos a Vodafone, íbamos los 2 decididos a cogernos sendos E7, pero no los tenían en catálogo. Quisimos entonces el N8 como segunda opción, pero nos contaron una historia muy rara de inundaciones en las fábricas, terminales defectuosos y similares, y acabamos con sendos Android en las manos. La jefa vendió el suyo en menos de 3 meses, y siguió usando su E71, no encontró nada que lo mejorara. Y yo... bueno, para diario iba tirando, a pesar de que la batería me duraba sólo 6 horas. Pero llegó el momento de hacer el Camino de Santiago, y me di cuenta de que no podía arriesgarme a hacer etapas largas con un teléfono que me iba a dejar tirado antes de llegar al final. Así que una visita de urgencia a Ebay, y terminé con otro E71 para mi. Blanquito, muy chulo. Me dio MUY buen servicio en el Camino, y he seguido usándolo después como sistema de respaldo, y más cómodo que el otro. Finalmente, lo he acabado cediendo a otro compañero... que también está encantado
11.- Lumia 800
Lo acabo de comprar de segunda mano, y, aunque aun no he podido desbloquearlo para poder usarlo como teléfono, la tralla que le estoy dando como Smartphone con wifi está siendo considerable. Va muy suave, y el software es muy intuitivo. Además, con el Windows 8 recién instalado, se ha integrado de maravilla...
Parece que en cuanto lo liberemos para poder empezar a usarlo como Vodafone, en casa vamos a tener una dura pugna... a la jefa le ha gustado tanto como a mi... o más!
12.- El futuro...
La verdad es que empezar a hablar del futuro cuando el lumia 800 aun es presente justo justo puede ser un poco ambicioso, pero... las características del Lumia 920 que está a punto de caramelo tienen muy buena pinta...
Prefiero el final de la primavera antes que el principio del invierno.
Prefiero el tren al autobús.
Prefiero Iberia antes que Ryanair.
Prefiero a Mendi antes que algunas personas.
Prefiero las largas rutas pedestres en linea antes que la cinta del gimnasio.
Prefiero los datos demostrados a las opiniones infundadas y apriorísticas.
Prefiero Dolce Gusto a Nespresso.
Prefiero ir descubriendo el mundo a que me constriñan por dónde ir.
Prefiero que me digan cuando no cuentan conmigo a enterarme cuando ya había hecho planes.
Prefiero foursquare a pinterest.
Prefiero facebook a tuenti.
Prefiero Nokia a iPhone.
Prefiero la tranquilidad a la revolución.
Prefiero feve a renfe.
Prefiero conducir mi coche antes que dejar llevar el suyo a según quién.
Prefiero llamar por teléfono a los SMSs.
Prefiero ser elegante con quien no lo merece, a arriesgarme a no serlo con quien sí.
Prefiero el Latte Macchiato al Espresso Macchiato.
Prefiero Florencia a Venecia.
Prefiero el extinto "No Somos Nadie" a "El Hormiguero".
Prefiero Marvel a DC.
Prefiero Star Wars a Star Trek.
Prefiero Bilbao a Vitoria.
Prefiero viajar a Estados Unidos antes que a China.
Prefiero estar cerca del mar antes que en la Meseta.
Prefiero Renault a Opel.
Prefiero agradecer a rechazar.
Prefiero al amigo que conocí por casualidad, está lejos, nos vemos poco, pero nos comunicamos mucho y nos damos ánimos, al que es de toda la vida, le tengo al lado, jamás me llama y cuando me ve es para liarla.
Prefiero salir a llegar.
Prefiero Skype a Viber.
Prefiero gris hormigón a acumulación de graffitis.
Prefiero el Cuba Libre al Gin Tonic.
Prefiero trabajar por algo a quejarme porque nadie lo hace. Prefiero respetar lo que otro ha hecho si no he sido capaz yo, a criticar destructivamente lo que hizo y que se desanime.
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Escribo estos prefiero animado por haber leido los del amigo Gaearon. Si a alguien le apetece...
