La huelga de gasolineras en Bizkaia va para un mes. Y me parece que está siendo una huelga lelvada muy bien, de manera muy elegante, acorde al espírito original de las huelgas.
Lo primero, aclarar que la huelga es de los trabajadores de las gasolineras con un convenio en concreto. Por tanto, hay cuatro tipos de gasolineras que permanecen abiertas: las automáticas (que pueden funcionar sin personal), las que no utilizan ese convenio, y las que tienen servicios mínimos asignados son las más evidentes. El cuarto tipo, aquellas que el propio dueño maneja aun sin el resto del personal: la huelga es de la masa trabajadora, no de la patronal.
Esta gasolinera no está en Bizkaia sino en Japón, pero nos sirve para ilustrar la entrada.
El caso es que el cliente no está siendo puteado en esta huelga. Quien necesita gasolina, tiene suficientes gasolineras abiertas como para poder tener su servicio. A pesar de que los piquetes intentan cerrar algunas, y no siempre solo 'informar'. Quien realmente se jode con la huelga es (además del trabajador que deja de cobrar cuando no acude a su puesto de trabajo) es el empresario. El dueño de la gasolinera. El que ve que no puede abrir porque no tiene a los trabajadores, y consecuentemente los clientes se le van. El que estçá perdiendo pasta, hasat el punto de que hay 'pelea' para que se incluya su gasolinera en los servicios mínimos de obligado cumplimiento.
Vamos, que, por una vez, el pulso es el que debería ser. Cuando el empresario de la gasolinera no pueda aguantar más perdidas, negociará. Como era antiguamente. Sin rehenes.
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