El último partido oficial de San Mamés me lo tomé como una despedida porque no daba un duro por la despedida oficial. Lo primero, porque el rival no me parecia en absoluto idoneo. ¡Cuánto nos hubiera gustado un rival de renombre internacional! ¿La selección Inglesa?
¿El Manchester, que ya pasó por aquí el año pasado? ¿El Newcastle, que
nos regaló una de las eliminatorias de UEFA más bonitas que recuerdo?
Pues no. Aparentemente se había contratado con el Nacional de Uruguay, que, sin nada en contra de los uruguayos, en general no pareció gustar. Por eso, 'casualmente', cuando un medio de comunicación publicó que éste sería el rival, a las pocas horas salió nuestro habitualmente muy locuaz presidente (levanto el cartel de sarcasmo?) a desmentirlo, a decir que llevaban meses trabajando en un partido contra una selección de jugadores vizcaínos. (curiosamente, sin contar con el presidente de la FVF hasta el último momento, según se lee en otros medios). Un partido contra una selección de jugadores vizcaínos puede funcionar si se hace bien, si se hace bien. Pero tal como fue presentado, la pinta era de que no se había hecho nada bien, sino con precipitación y en el último momento, dada la contestación social que tuvo lo de los Uruguayos.
Vamos, que la cosa pintaba mal. Y, en lo puramente deportivo, el partido fue efectivamente un truño. Un 'amiguetes de Toquero' contra 'amiguetes de Koikili'. Una pachanga, y como tal se notaba. El último gol de San Mamés lo marcó Alain Arroyo, jugador del Mirandés.
Pero si excluimos lo puramente deportivo, todo lo demás estuvo francamente bien. Mucho mejor de lo que esperaba, sinceramente. El saludo de ex jugadores y ex técnicos al principio, el canto del himno con la sociedad coral bilbaína (los pelos como escarpias y las primeras lagrimillas de la noche)...
Pero el momento más emotivo fue, de largo, cuando en el minuto 80 de la segunda parte del partido empezaron a hacerse una sucesión de cambios imprevistos.
Pablo Orbaiz... recién llegado del Rubin Kazán. Anda, bonito detalle, si se va a retirar.
Julen Guerrero. San Mamés se venía abajo. Una de las grandes ovaciones...
Genar Andrinua. La de años que no le veía
Dani. Mítico Dani!! El pobre se lesionó nada más pisar el cesped...
Iribar. sí: IRIBAR! Puedo decir que he visto jugar en San Mamés a Iribar! Gran momento de comunión con toda la afición. Emoción a raudales. IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!!
Vale, la cámara del móvil no da para más, estaba demasiado lejos para que se viera algo nítido... pero juro que ese portero de negro es Iribar!
Luego vino la vuelta de honor...
Los palitos de luz...
Los láseres...
Los fuegos artificiales...
La proyección de un emotivo vídeo en el 'ovni' plantado en el centro del campo...
Y lás últimas fotos en nuestra localidad.
Antes de que nadie me lo pregunte: no, no me llevé el asiento. Si le sirve para algo al Arenas, al Lemoa, o al Moraza, me parece bien que lo usen.
Al salir, por última vez, por la puerta 2 de nuestro vetusto y querido San Mamés, tocó alguna lágrima más. No quería salir...
Como inciso, la afición en bloque, sin fisuras, apoyó al entrenador, Marcelo Bielsa, coreando unánimemente 'Bielsa quédate' esa noche. Lo cual debería ser un claro mensaje para la junta directiva que, si hacemos caso a los medios de comunicación, ya ha tomado partido por Valverde para el año que viene. Se puede desoír un mensaje tan claro? La respuesta, a las pocas horas de publicar estas lineas: hay convocada una rueda de prensa.
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