viernes, 5 de julio de 2013

Muchas gracias, Don Marcelo

"A la hinchada del Athletic:
Después de dos años, es el momento de despedirme y expresar mi agradecimiento por todo lo que he recibido durante este periodo en Bilbao. Me siento orgulloso de haber pertenecido al Athletic y honrado por obtener en su día la oportunidad de dirigir al primer equipo. El fútbol, que tantas veces tiene un lado mágico, me premió con la posibilidad de vivir dos campañas inolvidables, que en mi caso han significado una formidable experiencia humana y profesional.
Esta intensa etapa ha trascendido lo futbolístico. Aprendí que Bizkaia se expresa a traves del Athletic. La afición se emociona con el fútbol de una manera singular. Creo que he comprendido los sentimientos, valores y principios que sostienen al Athletic.
He recibido mensajes en las ultimas semanas. En estas circunstancias, quiero agradecer a todas las personas que me enviaron obsequios y cartas de despedida. No encuentro la forma de devolver ese afecto.
Finalmente quiero recordar con cariño a los niños de Bizkaia, porque con su ingenuidad transmiten de forma natural lo que significa el sentimiento por el Athletic y garantizan que el vínculo seguira siendo masivo, duradero e indestructible.
Le deseo suerte al equipo y los mayores éxitos en el recorrido que viene"
 
Este es el mensaje de despedida que el SEÑOR (sí así, con mayúsculas, y sin que signifique grito) Marcelo Bielsa nos dejó en sus últimas horas contratado como entrenador del Athletic Club. 

Me lleva a usa reflexión que hace tiempo tengo pendiente. Un problema de déficit democrático. Durante esta campaña, más concretamente durante su recta final, no se sabía nada de quien sería el entrenador del Athletic en la temporada 13/14. De hecho, ni siquiera se podía hablar de ello. Cuando se preguntaba al presidente, nunca era el momento. 

Primero, porque la salvación no estaba garantizada. Era momento de centrarse en la salvación, y no de hablar de eso. 

Un poco más tarde, ya salvados, porque aun quedaban partidos y aun era el técnico, y no era respetuoso.

Cuando ya no quedaban partidos, porque era el momento de hablar de la despedida de San Mamés, no de otros temas.

Después de la despedida, directamente se anunció que no seguiria. ¿Cuándo era, entonces, el momento de hablar de ello?

Además, con el agravante de que, durante la despedida de San Mamés, toda la masa social allí reunida había gritado, unánimemente, "Bielsa quédate". No debería un dirigente de una asociación democrática oír la voluntad de sus socios y guiarse por ella? O, si hubiera dudas de si eso era realmente unánime o no, al menos consultar a los compromisarios? 

Pues no, no ha habido nada de eso. Evitar el debate, hasta anunciar una decisión ya consumada, obviando la opinión mayoritaria de la masa social. Es eso democrático? Es legal, evidentemente, ya que se siguen cumpliendo las elecciones, las asambleas... y demás. Pero ni es democrático, ni, en mi opinión, ético. 

No tengo nada en contra de Valverde, sino todo lo contrario. Creo que es un gran entrenador, que se hizo mal dejándole ir de su anterior etapa, y que va a hacer un gran papel la temporada que viene. Y aunque no lo creyera, le apoyaría igualmente, porque, al fin y al cabo, es el entrenador de mi equipo.  Y ahora, lo que toca es que todos estemos con él. Pero me parece aun más importante hacer caso a la gente, democraticamente, como NO se ha hecho. 

Que tal vez había un motivo oculto y justificadísimo para que esto fuera así. Pues quiero pensar que así es. Me cuesta, porque he visto muchas cosas que indican lo contrario, pero de verdad que quiero pensar que había algún motivo que justificara lo hecho (lo aparentemente injustificable). Pero en ese caso, un buen gestor lo hubiera comunicado a la masa social, hubiera encontrado la manera de que, salvaldo el honor de todos, todos estuvieramos suficientemente informados y pudieramos tomar la decisión correcta. Pero desde la verdad, no desde el ocultamiento y las excusas tontas. 

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