A veces la casualidad nos depara sospresas agradables. Unos días en Elorrio, y de casualidad, en el festival Musikaire, tocaba Elfenthal.
No sabíamos quienes eran, y fuimos simplemente por aprovechar el concierto y salir. Perola verdad, nos encantó. Nos tocó la Opera Rock. La música, la tecnica, la ambientación... incluso el entorno, en el pórtico de la basílica, encajaba con la magia de la representación.
_
No hay comentarios:
Publicar un comentario